Se entiende por extrafiscalidad a los impuestos que sacrifican su fin recaudador para dar paso a otros objetivos que benefician a ciertos sectores económicos o incluso sectores sociales específicos.
La función extrafiscal de los impuestos se revela cuando estos no tienen como prioridad la recaudación de recursos financieros para cubrir el gasto público del Estado, sino que simplemente están enfocados en alcanzar cuestiones económicas o de otra índole.
Existen 2 tipos: De carácter propio o impropio
En otras palabras, las contribuciones pueden tener un objetivo distinto al meramente recaudatorio, es decir, en principio las contribuciones se establecen para recaudar recursos y poderlos destinar al gasto público y satisfacer necesidades de interés colectivo, sin embargo, se entiende que se le posibilita al Estado la facultad de establecer contribuciones no con fines recaudatorios.
Los impuestos extrafiscales propios
Son aquellos establecidos con una estructura suficientemente sólida, capaz de alcanzar los fines extrafiscales para lo cual fueron diseñados, cuyos fines recaudatorios pasan a un segundo término y logran neutralizar aquellas conductas o actos no deseados de las personas. Se caracterizan por estar diseñados bajo una estrategia que incentiva o motiva a las personas a dejar de hacer aquellos actos señalados dentro del hecho imponible del impuesto.
Los impuestos extrafiscales impropios
Son establecidos en los sistemas tributarios con el fin de apoyar fines diferentes al de recaudar recursos financieros para el gasto público del Estado. Permite que sean percibidos como una mera imposición a la realización de ciertas conductas o actividades no deseables que, aunque están permitidas legamente, no son bien vistas por la sociedad debido a los daños que ocasionan para el medioambiente, a la economía y a la propia sociedad.
Así, estos impuestos resultan muy eficientes para impulsar el desarrollo de ciertos sectores económicos, proteger el medioambiente y garantizar la conservación de los recursos naturales, ya que alientan y encaminan a las personas a no realizar
ciertos actos o conductas.
EJEMPLO: El impuesto al consumo del tabaco, no tiene en principio un fin recaudatorio, si no, lo que busca es desalentar a los fumadores de tabaco para que lo sigan consumiendo y al tener un impuesto demasiado alto lo que se busca es abatir el consumo para que los sistemas de salud no tengan que tratar enfermedades derivadas de dicho consumo, para con ello contribuir a las políticas públicas de salud general y en particular de su población, contribuyendo más a mejora que a la recaudación como tal.
Autor: Citlali Sarahi García Ortiz
Alumna 7mo cuatrimestre de Lic. Derecho