¿Te ha pasado esto de tener muchas ideas en tu cabeza sobre tu futuro? ¿Últimamente te da vueltas el “qué voy a estudiar”? Tu pensamiento te dice que elijas algo que te deje dinero, que te asegure un buen futuro, pero tus sueños siguen ahí pidiéndote que les hagas caso para ser feliz.Seguramente has escuchado bastantes cosas ahora que estás por entrar a la universidad y probablemente más de una de ellas te ha causado conflicto al momento de preguntarte si tu decisión es la correcta… Entonces este espacio ¡es para ti!, aquí te acompañaremos durante tu proceso de selección para que reafirmes tu decisión o la cambies por una que en serio te haga feliz.
Nuestra intención es ayudarte a disminuir las dudas y posicionarte en la realidad ¿pero qué es la realidad? Bueno, no es momento de ponernos filosóficos, solo te diré que la realidad es aquello que tú creas y que verdaderamente quieres para ti.
Suena interesante ¿no? Pero, ¿cómo construir una realidad con lo que tú quieres cuando todo el tiempo estamos rodeados de opiniones de muchas, MUCHAS personas? Simple, para preguntas complejas necesitamos acercarnos a un experto, en el caso de las DECISIONES PROFESIONALES al mejor experto que puedes recurrir es a un ORIENTADOR VOCACIONAL ¿lo habías escuchado? ¿lo conoces? ¿qué piensas al respecto? Te cuento, un orientador vocacional es una persona preparada para acompañarte a definir qué te gusta, qué no te gusta, para qué eres bueno, qué habilidades tienes y finalmente traducir contigo todo esto en un plan a futuro para que tú consigas estudiar una carrera adecuada para ti.
¿Tomaste tu decisión sin contemplar estos aspectos? ¡Tranquilo! Como te dije, en este espacio te estaremos guiando para que te conozcas y tomes así la mejor decisión. El primer paso es quitarnos de la cabeza que el orientador vocacional “solo nos va a aplicar tests”, nos hará preguntas y nos dará resultados. ¡NO! Los orientadores hacemos más que eso, te ayudamos a conocerte y a que desarrolles tus habilidades sociales para que te comuniques bien con los demás y así puedas expresar qué te interesa y que no, por ejemplo, no a todos nos gustan las matemáticas ¿por qué tendrías que estudiar algo que no te agrada si tienes excelentes habilidades para otras muchas cosas como el arte o las ciencias?
1. Te acompañamos.
Elegir carrera puede ser frustrante si se hace solo, por eso se recomienda que te acerques con un profesional que pueda guiarte en el proceso. La mayoría de los orientadores vocacionales son psicólogos o psicopedagogos que conocen la complejidad de tomar una decisión a futuro. ¡Aprovecha tus clases! La mayoría de las instituciones cuentan con un programa de materia en esta área que puedes explotar al máximo para resolver tus inquietudes.
2. Aclaramos tus dudas.
No se trata de escoger algo con los ojos cerrados porque suena a que “deja mucho dinero”, sino de que a partir de tu perfil (un perfil real que abarque todas las áreas de tu vida) elijas una profesión que te permita dar lo máximo de ti. Recuerda que estamos aquí para crecer y qué mejor que hacerlo en algo que a ti te encante.
3. Te ayudamos a ser autónomo.
Contrario de lo que se cree, nunca te diremos qué hacer, la decisión es tuya y saber defender tu postura es importante, por lo tanto que tomes la decisión por ti mismo es fundamental, ¡Claro que papá, mamá y amigos tienen sus opiniones y éstas importan! Juntos encontraremos el equilibrio entre lo que los demás esperan fomentar en ti y lo que tú deseas.
4. Te apoyamos al momento de informarte.
Conocer bien tu carrera y acompañarte en los momentos de preguntas importantes también es parte de nuestra labor. Elegir la carrera que a tu papá o a tu hermano mayor le funcionó tal vez no sea la mejor idea, es preferible informarnos juntos de lo que ellos hacen y por qué les va tan bien. ¡Recuerda que no hay malas carreras, solo perfiles diferentes!
5. Formamos cualidades de responsabilidad.
Tomar una decisión conlleva consecuencias, con este proceso buscamos que tus consecuencias sean positivas y que te sientas seguro al momento de afrontar las tuyas, desde la elección hasta estando dentro de la carrera, ¿y por qué no? Ingresando en el mundo laboral.
6. Preparamos un plan B
“¿Y si no quedo en la universidad?” ¿Te suena? Bueno, juntos pondremos sobre la mesa un plan B que será igual de productivo que el plan A. ¡Esto no significa que fracasaste! Al contrario, se trata de estar preparados y juntos crearemos una estrategia para que se nos cierre el mundo. No creas que esta es la única decisión importante en tu vida, sin embargo como un gran paso es fundamental que la abordemos de la mejor manera, mejor que nos sobren opciones ¿no crees?
7. Alistamos el proceso de admisión
Todas las universidades tienen sus propios criterios de ingreso, ¿te preocupa no conocerlos? ¿Has pensado cosas como “¿Y si se me pasan las fechas de inscripción?” No te angusties, juntos los investigaremos a detalle para que nada salga mal y construyas el hábito de la constancia.
En conclusión
El orientador vocacional no es una figura autoritaria que rellena un horario en tu carga de materias, es un acompañante muy importante al momento de elegir una carrera, y si te das la oportunidad de escucharlo y preguntarle todas tus dudas será más sencillo tomar una decisión que se convertirá en el primer paso para construir tu futuro y alcanzar tus metas.