Todos conocemos a los contadores por su labor, cuando necesitamos hacer declaraciones de pago de impuestos que corresponden a nuestras actividades.
Durante la licenciatura en contabilidad estos profesionistas adquieren amplios conocimientos de finanzas y habilidades numéricas, así como la destreza para hacer los cálculos que corresponden a pagos y deducciones; pero incluso ellos pueden necesitar un refuerzo en estas áreas en casos específicos en los que su profesión lo exige.
Durante el transcurso de la licenciatura, los alumnos de contaduría pública reciben formación en dos áreas relacionadas estrechamente con los cálculos numéricos:
Finanzas: corresponde a la rama de la economía que estudia la obtención de recursos financieros por parte de individuos particulares, empresas o el Estado.
Contabilidad: la disciplina en la que se mide y analiza la situación económica de una empresa.
Al terminar sus estudios, un contador cuenta con los conocimientos para planificar estrategias y programas de acción que lleven al crecimiento de una empresa de forma sostenida, siempre utilizando para ello los datos de las cuentas de la compañía.
Las capacidades y conocimientos adquiridos en la profesión ayudan a los contadores a hacer más que planear estrategias; también pueden presentar proyecciones del flujo de recursos en el futuro, mediante el análisis de los esquemas de préstamos contratados por la empresa, las condiciones de pago y los beneficios a medio y largo plazo.
En las funciones mencionadas, más allá de las habilidades numéricas y la preparación en finanzas, entra en juego el conocimiento del marco legal y las exigencias vigentes en materia de impuestos para las empresas. Entender los procesos y los requisitos existentes para determinar retenciones de recursos y deducciones de impuestos también son fundamentales, para que un contador pueda llevar a cabo sus funciones de forma óptima.
Existen casos en los que las grandes empresas manejan por separado sus departamentos de finanzas y contabilidad. La mayoría de las veces que esto ocurre, la razón es simple: la dimensión de las operaciones y la carga de trabajo que implican es extensa.
Pero hay otro motivo por el que puede hacerse esta separación: el área de contabilidad tiene registro de los estados financieros de la empresa en el momento, mientras el departamento de finanzas funciona de forma independiente utilizando la información actual para planificar la gestión de recursos de cara al futuro y crear estrategias que permitan maximizar el rendimiento de la compañía. En este caso, el personal requerido debe estar más enfocado a las finanzas como un área de generación de recursos que en la medición de los registros contables.
Podemos decir que el manejo de conocimientos en el área de finanzas que un contador requiere está definido, en parte, por el tamaño de la empresa en la que trabaja y la naturaleza de sus funciones, además de las perspectivas de su trabajo en materia de planificación y creación de estrategias empresariales.
En la Universidad Cuauhtémoc Aguascalientes preparamos a los profesionistas de la licenciatura en contabilidad con herramientas y métodos que les permitan desempeñarse en las áreas de elaboración y análisis de registros de estados financieros, para optimizar el uso de los recursos disponibles y mejorar la rentabilidad de las empresas en las que ejerzan su carrera.